Como reza la Biblia…

La verdad os hará libres….

y

aquel que nunca cometió un equívoco…

pues que lance alguna piedra…

hacia mi… hacia ti… a nosotros… a todos…

¡Y hoy! esta verdad quiero decir…

a veces, no me siento libre al decir una verdad…

es como si la maldita cobrara vida por si misma

y me aprisionase…

haciéndome sentir inmóvil…

desnuda... súciamente desnuda...

muy triste… a veces…

muy sola… de nuevo...

equivocada… por demás...

¡Que levante la mano!

Aquel que no se precipito…

con decisiones, palabras y hasta confesiones…

¿Cómo?

¿Qué cuántas veces lo hice?

ahhhh…. tantas… innúmeras veces…

¿ Qué cosa?

¿Qué si aún no he aprendido la lección?

¿Y tú?

¿Cuántas veces lo hiciste?

¡A ver, dímelo si coraje tienes!

¡Dime Tú si haz aprendido la lección!

¡Que levante la mano!

Aquel que dijo a unos y otros… lo que no se esperaban oír…

para luego no saberlo digerir….

tanto lo dicho…

ni lo escuchado…

por tal motivo huir….

cada quien como y donde puedan ir….

¡Pobre de mí!

¡Pobre de tí!

y de todos aquellos como nosotros,

que somos afines a los “sincericidios”….

¡Que levante la mano!

Aquel que como Yo

se juzgo así mismo…. maduro….

coherente…. inteligente…

astuto…. y no pudo comportarse como tal…

me paso…

te paso… segura estoy….

¡Que levante la mano!

Aquel que como Yo

que juzgo a los demás…. maduros….

como para escuchar una verdad…

tan solo tuya…

que necesitabas compartirla….

nada mas…

y no supieron escuchar…

Eso me pasa por creer en la verdad por sobre todas las cosas…

Eso me pasa por juzgarme a mí…

Eso me pasa por juzgarte a ti y a los demás…

Eso me pasa por juzgar la realidad que siempre pasajera es…

Eso me pasa por creer en la verdad…

Eso me pasa por querer ser libre nada más…

Eso me pasa por querer cabalgar hacia la libertad

como si existiera...

Por desear ser libre… hoy más que ayer

y menos que mañana…

Eso me pasa hoy…

me pasara mañana…

pasará…

Porque pasa... todo pasa...