Te escribo para comentarte que tengo ganas de hablar
con vos… y saber cosas de ti…
¿Cómo estás?... ¿Qué haces?...
¿Qué tal fue tu fin de semana? …
y pensar que estas son preguntas tontas…
triviales tal vez… que pasan a tener un
sentimiento profundo para mí,
porque no me dejas formularlas mirándote a los ojos…
Preguntas tontas… triviales tal vez…
preguntas… nada mas…
No me dejas saber…
¿Qué te hace sonreír y que borra esa sonrisa de tu rostro…?
Preguntas tristes…. y no tan triviales tal vez…
preguntas… nada mas…
Dime por favor…
¿Cuánto tiempo más estarás allí?…
en el muelle mirando fijo y absorto el horizonte…
esperando llegar el momento propicio…
las palabras justas… el coraje quizás…
ése temido momento de vernos cara a cara…
mirarnos a los ojos y tal vez simplemente sonreír o llorar…
por todo lo que paso… y por todo lo que no paso…
¿Nunca pensaste que tal vez el momento es ahora?…
¿Qué paso en todos estos años que hizo de
tú corazón una roca y de tu alma un témpano?
Al preguntarme… ¿Cómo eres?
Ensayo respuestas y te imagino de muchas formas…
menos cobarde, para enfrentar algo y resolverlo…
respondo tontamente a mis preguntas imaginándome,
que eres un guerrero y estas allí inmerso
en tus propias luchas…
y un día volveras victorioso a reconciliarte con tu pasado…
Te imagino de muchas formas…
menos cruel e indiferente a mis palabras…
hasta el punto de dejarme con este dolor
desde hace tantos años a sabiendas
que sólo tú puedes sanarlo…
Te imagino de muchas formas…
para no verme obligada a aceptar esta realidad…
Te imaginé… te imagino…
y lo seguiré haciendo por siempre…
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